Joventut-Tau

Esta mañana fui a Badalona y vi como el Joventut derrotó al Tau. Tuve una sensación extraña al volver a ver un partido ACB después de dos meses. Diferencias deportivas aparte, la NBA y la NCAA son un mundo distinto, y en los primeros minutos de llegar al Olímpic y de empezar el partido he tenido sensaciones muy diferentes a las que tuve en New York, North Carolina o Los Angeles. Había visto bastantes partidos NBA antes, pero esta vez, estando fuera un período de tiempo más largo, he notado más la diferencia al volver. En cualquier caso, el partido me ha gustado. Me ha gustado ver de nuevo a Rudy, que sigue progresando y que no tengo la más mínima duda que la temporada que viene estará en la NBA, me ha gustado ver como Aíto y Maljkovic se ignoran, me ha gustado ver jugar a Scola. Y me ha gustado rencontrar la sensación de estar presenciando algo histórico con cada partido de Ricky Rubio. Yo soy de los que piensa que se habla poco de él y que, en su caso, la atención mediática no sea probablemente un obstáculo en su carrera. De hecho, su nombre pronto empezará a sonar en los Estados Unidos: el próximo mes, la mejor revista de baloncesto que nunca ha existido, SLAM, publicará un reportaje de varias páginas sobre Ricky; el gran Lang Whitaker (y un fotógrafo!) viajaron a Badalona después del All Star (me lo contó él mismo, yo todavía estaba en los USA). SLAM siempre ha enfatizado la cobertura de las estrellas que vienen, y en el caso de Ricky (como en muchos otros) serán los primeros en darlo a conocer al gran público (aunque obviamente los scouts NBA sepan muy bien quién es y que en Internet sea habitual su nombre en páginas de análisis del draft o en blogs como True Hoop, sólo Chad Ford de ESPN le mencionó antes en un medio grande norteamericano). Espero ansioso el artículo de Whitaker, y también el próximo partido de la Penya contra el Partizan.