Hoy ha sido un día largo para mi. Estuve preparando la entrevista con Maurizio Gherardini hasta muy tarde y dormí poco y mal. Había quedado con el italiano a las 9,30 en su hotel, el AC Vilamarí, y he llegado cinco minutos tarde porqué la tecnologia siempre falla en el momento más importante (gracias señor Murphy). Gherardini me esperaba en el hall. Aun así, ha sido muy amable conmigo una vez más.
Tengo que reconocer que estaba un poco nervioso porque admiro al personaje. Cuando uno va a entrevistar a alguien importante siempre hay que tener respeto y esto, junto a mi inestable noche, me provocó un estado de expectación que, a su vez, era agradable. El "manual" de entrevistas dice que es conveniente crear un clima distendido, agradable. Un clima propicio para que el entrevistado se encuentre cómodo. Afortunadamente, Gherardini ha puesto mucho de su parte en este sentido. El italiano es un hombre tranquilo, elegante, educado, atento y sobretodo, apasionado del baloncesto. Creo que por eso no ha sido difícil que, simplemente, nos hayamos sentado en el hall del hotel y hayamos empezado a hablar distendidamente.
La entrevista ha sido, probablemente, la más agradable de mi vida. He disfrutado tanto preguntando y escuchando la respuestas que, a medida que pasaban los minutos, deseaba que el italiano no tuviera que coger un avión a la una del mediodía. Aun así, la entrevista ha durado una hora y cinco minutos y, aunque se me han ocurrido un montón de temas sobre la marcha, no he tenido que descartar muchas de la preguntas que tenía preparadas.
Nos hemos despedido dentro del hotel pero nos hemos encontrado de nuevo en la calle. Yo estaba a punto de subir a mi moto y él buscaba un taxi para ir al aeropuerto. Aproveché para preguntarle sobre algo que anteriormente me había dicho que me contaria off the record. En la entrevista, comentó que la distancia entre el baloncesto estadounidense y el europeo nunca llegaría a desaparecer del todo. El italiano no quería decir públicamente (me lo ha dicho en la calle, sin grabadora) que en Europa nunca tendremos a los jugadores negros, y que ellos seguiran jugando a tope y "por encima del aro" durante 40 minutos y que los europeos sólo lo podrán hacer durante un rato. Una interesante reflexión de alguien que sabe que va esto.
La entrevista ha sido, probablemente, la más agradable de mi vida. He disfrutado tanto preguntando y escuchando la respuestas que, a medida que pasaban los minutos, deseaba que el italiano no tuviera que coger un avión a la una del mediodía. Aun así, la entrevista ha durado una hora y cinco minutos y, aunque se me han ocurrido un montón de temas sobre la marcha, no he tenido que descartar muchas de la preguntas que tenía preparadas.
Nos hemos despedido dentro del hotel pero nos hemos encontrado de nuevo en la calle. Yo estaba a punto de subir a mi moto y él buscaba un taxi para ir al aeropuerto. Aproveché para preguntarle sobre algo que anteriormente me había dicho que me contaria off the record. En la entrevista, comentó que la distancia entre el baloncesto estadounidense y el europeo nunca llegaría a desaparecer del todo. El italiano no quería decir públicamente (me lo ha dicho en la calle, sin grabadora) que en Europa nunca tendremos a los jugadores negros, y que ellos seguiran jugando a tope y "por encima del aro" durante 40 minutos y que los europeos sólo lo podrán hacer durante un rato. Una interesante reflexión de alguien que sabe que va esto.
En fin, que después de volver a casa, dormir un poco y comer algo, me he puesto a transcribir la entrevista mientras miraba el paseo del Madrid delante del Barça (http://www.acb.com/fichas/LACB51089.php). Después de más de tres horas de trabajo, he terminado de plasmar la charla en mi pantalla de ordenador. El resultado se podrá ver a partir de mañana (domingo) en www.hoopshype.com. Pero a partir de hoy, para celebrar mi entrevista más agradable, colgaré una frase del maestro italiano cada dia. Ahora, toca descansar.
La frase de hoy:
"Ricky Rubio es una excepción. Lo tiene todo para ser un gran jugador, pero sería un gran error por su parte pensar que el camino es corto. El mayor riesgo es que si tienes a mucha gente diciéndote lo bueno que eres puedes acabar perdiendo de vista tus objetivos. Si mantiene sus objetivos delante suyo tendrá una gran carrera. Tiene que pasar por diferentes etapas para tener éxito. Yo siempre pongo el ejemplo de Jorge Garbajosa. El siempre decía que no era suficientemente bueno. El secreto es mantenerse humilde y hambriento. Si mantienes estos dos aspectos como prioridad lo conseguirás".
