jueves, febrero 01, 2007

Ayer

Supongo -espero- que le pasa a todo el mundo de vez en cuando. Ayer fue un día desastroso. Un día de esos en los que, por circunstancias ajenas, por motivos que uno no puede controlar, nada sale como estaba planeado.

Escribí por la mañana que iría a ver a Lance Stephenson, prodigio del Lincoln high school de Brooklyn, y que después vería a Kobe Bryant jugar en el Madison Square Garden. Ni una cosa ni la otra.

Después de la aventura de mi primera visita a Lincoln, decidí ir en metro hasta Ocean Parkway, en Coney Island. Dos días antes David Garaban, corresponsal de Mundo Deportivo en New York durante muchos años, me dijo que cuidadín con Coney Island. Pero mi primera visita -frustrada- fue plácida, o sea que no estaba demasiado preocupado. Llegué pasadas las 5 pm, la hora del partido entre Lincoln i Boys and Girls high school. Desde la esquina, vi movimiento y muchas luces en la puerta lateral. Me acerqué, y vi tres coches de policía, y policías. Muchos. Unos quince. Había gente -todos negros, claro- detrás de unas vallas, y no les dejaban pasar. Un tipo de unos 30 años se encaró con la policía, que decía que el pabellón estaba demasiado lleno. No cabe nadie más. Hablo con una officer y le digo que soy periodista. Se va y vuelve para decirme que intentaran, cuando se vayan los personajes de la entrada, que entre yo y algún otro reportero que está también esperando. Pasan los minutos y va llegando más gente. Sale el policía encargado de la seguridad del colegio -un instituto!- y dice que no entra ni dios. Al cabo de diez minutos veo que no bromea, y me voy otra vez para el metro (Lincoln ganó con 30 puntos de Stephenson). Una hora más de metro hasta Manhattan. Todavía me queda Kobe, pienso.

Llego al Garden justo de tiempo, me acredito y, cuando estoy subiendo las escaleras que me llevan a mi asiento, veo como los Lakers calientan. No veo a Kobe. Debe estar sentado, por eso no le veo. Llego a mi asiento y presentan a los Lakers. salen Odom, Bynum, Parker, Radmanovic... y Vujacic. Kobe está sancionado por golpear a Ginobili en el partido anterior. Que?? En fin. Al menos, los Knicks ganan.

La sanción. Un escándalo. Una estafa para la gente que compró entradas para ver a Kobe en el Garden. Una estupidez de Stu Jackson secundada por Stern. Vi el partido contra los Spurs, y es EVIDENTE que el golpe de Kobe es involuntario, pura inercia después del tiro punteado por Manu. Entiendo que la liga quiera controlar la imagen, sobretodo después de la pelea Knicks-Nuggets, pero es ridículo pensar que Kobe puede incitar a la violencia -dos días después- por una acción fortuita (aparte, se disculpó con Manu varias veces). Una de las grandes virtudes de la NBA es potenciar a sus estrellas, vender el producto a través de ellas. Dejar a Kobe en su hotel de Manhattan el día que los Lakers juegan en el Garden es un paso atrás.