sábado, noviembre 18, 2006

Estrellas en los banquillos


El Madison Square Garden ha acogido estos días uno de los tradicionales torneos de principio de temporada universitaria, el Coaches vs Cancer Classic. Maryland ha sido el campeón, derrotando a Michigan State en la final: http://scores.espn.go.com/ncb/recap?gameId=263210120.

La importancia del torneo es relativa, pero la victoria de Maryland demuestra la grandeza del baloncesto universitario y de entrenadores como Gary Williams (http://umterps.cstv.com/sports/m-baskbl/mtt/williams_gary00.html).

El coach, que jugó y estudió en Maryland, lleva 18 temporadas al frente de los Terrapins, llegando a ganar un título NCAA en el año 2002. Williams es, sin duda, uno de los grandes maestros del baloncesto americano, y con el título conseguido ayer en New York ratifica su capacidad para sacar el máximo provecho de sus equipos. El actual, es un grupo sin superestrellas ni exceso de talento, pero es la prueba de que con trabajo y actitud (algo que casi nunca falla en el baloncesto universitario) se pueden lograr resultados. En la universidad los jugadores llegan y se van constantemente, y mantenerse entre los mejores es muy difícil. Una vez leí una entrevista a Dean Smith, el maestro por excelencia, en la que decía que para él era un reto conseguir que sus equipos en North Carolina funcionasen año tras año, y que su motivación se mantenía intacta con la llegada continua de nuevos jóvenes con ganas de comerse el mundo. Por eso es imprescindible reclutar bien (es decir, tener talento) y no es menos importante tener jugadores trabajadores. Estos aspectos, con entrenadores como Williams, multiplican su valor.

Algo parecido, aunque salvando las infinitas distancias (también en actitud) con la NBA, se podría decir de Jerry Sloan, capaz de sacar petróleo de los actuales Utah Jazz. Con la victoria contra los Sonics (http://www.nba.com/games/20061117/UTASEA/boxscore.html) los Jazz mantienen un increíble récord de 9-1 y son el mejor equipo de la liga. Contra Seattle, ganaron sin su mejor jugador, Andrei Kirilenko, pero con un buen juego de equipo. Sloan consigue lo que quiere porque tiene de todo y porque pone a todos al servicio del equipo. Tiene talento (A.K., Deron Williams, Okur), juventud (el propio Williams, Miles, Brewer, Millsap), experiencia (Harpring, Fisher) y jugadores con mucho para demostrar(Boozer). Pero Utah tiene, sobretodo, un entrenador que sabe exprimir sus ingredientes, igual que Maryland.

Gary Williams, Jerry Sloan. Muchas veces las estrellas están en el banquillo.