domingo, febrero 11, 2007

Tar Heels

Dije hace unos días que jamás olvidaría mi visita a Duke. No puedo decir otra cosa de mi paso por North Carolina. Fue, probablemente, una visita más impactante que la primera. No por el partido, una victoria fácil de UNC contra Wake Forest, si no por el inolvidable homenaje a los equipos campeones de 1957 y 1982 que se celebró en el descanso. Un día antes de viajar a Chapel Hill, es decir, cuando estaba en Charlotte, leí en un periódico que UNC había preparado un acto para el descanso del partido para conmemorar dos de los cinco equipos de Carolina que ganaron un campeonato nacional. I pensé: "a lo mejor está Jordan". Pero tampoco le di mucha importancia, no conocía la magnitud del acto. Hoy he llegado al Dean E. Smith Center con el tiempo justo para aparcar, recojer mi acreditación y entrar al pabellón. Cuando he salido del ascensor no sabía dónde ir, he preguntado y me han dicho, como si fuera al baño, que al fondo a la derecha. He seguido las instrucciones y he llegado a un pasillo en el que se veía la cancha al fondo. Había gente, y he reconocido a Buzz Peterson, componente del equipo del 82. Entonces me he acordado del homenaje. Entonces he pensado en Jordan. Y entonces he mirado a la derecha y ahí estaba, saliendo del pasillo, Michael Jordan.



Se han juntado todos los homenajeados y se han ido a sus asientos, detrás de una canasta, al lado de la zona de prensa. He buscado mi asiento, y ha empezado el partido. Poco antes de terminar la primera mitad, el grupo entero ha pasado por delante mío para bajar a la cancha.



Michael Jordan



James Worthy


Ha llegado el descanso, y ha empezado el homenaje (que por la noche ha culminado con una cena junto a los actuales Tar Heels). Ha salido primero el equipo del 57, que terminó la temporada con un perfecto récord de 32-0 (The perfect season) con el malogrado técnico Frank McGuire en el banquillo, y después el equipo del 82. Los últimos en salir, por ese orden, han sido Sam Perkins, James Worthy, Jordan y el coach Dean Smith. Han pasado por los enormes videomarcadores, hay cuatro, imágenes de partidos respectivos y de la consecución de los dos títulos y el presentador ha presentado, valga la redundancia, a los componentes de los dos equipos. Cuando ha presentado a Jordan el pabellón ha temblado, literalmente, pero la ovación a MJ se ha quedado pequeña cuando el presentador ha dicho: "y por último el mejor entrenador que jamás ha habido: Dean Smith". La gente se ha vuelto loca y, si cuando vi la retirada de camiseta de JJ Redick en Duke casi me emociono, en esta ocasión se puede omitir el casi. Impresionante.



De derecha a izquierda, los cuatro últimos: Dean Smith,

Jordan, Worthy y Perkins.

Terminadas las ovaciones, el presentador ha despedido el acto con una frase: "puede que la mayoría de vosotros no vierais jugar a estos equipos. Pero jamás se os podrá olvidar que hoy estabais aquí".

Amén.