Playoffs time

Hola de nuevo. No actualizo el blog desde el jueves pero tengo mis razones. Tengo un trabajo nuevo desde hace poco -relacionado con el baloncesto, claro- y mi tiempo "libre" no me deja suficiente libertad para escribir con tranquilidad. Pero lo intentaré, intentaré recuperar el ritmo.

Como digo siempre, el hecho de no escribir no significa que haya desconectado. El sábado estuve en el Palau Blaugrana, en el Barça-Grupo Capitol Valladolid. Lo más destacado: los 29 puntos de Navarro que le valieron para ser el máximo anotador de la liga. La victoria fue lógica pero inútil: el DKV Joventut derrotó al Madrid y consiguió acabar tercero. Vi el final del partido de Badalona en el vestíbulo del Palau, junto al periodista de TVE Pere Ferreres. Pere fue el encargado de la conexión con Barcelona en el carrusel de TV2; una buena idea pero, por lo poco que vi, poco ágil. Probablemente hubiera disfrutado más yendo a Badalona, pero por lo menos pude ver -y saludar- a Maurizio Gherardini en el Palau. Le felicité por la temporada de los Raptors y me contestó: "Gracias, pero lo difícil ahora es seguir mejorando, avanzar". Me apunté la frase. Gherardini habló con Zoran Savic cerca del túnel, ninguno de los dos se fijaba en el partido de la tele. Un día más tarde, José Ignacio Huguet nos contó que el italiano vino para "llevarse" a Ukic. El Barça jugará -en dos días- contra el Akasvayu; no puedo esperar a que empiece la serie.

El domingo estuve en Vic, en el quinto partido entre el Akasvayu y el Grupotel Muro. Vi el partido al lado de Rudy Fernández, que no paró de firmar autógrafos a los niños (Víctor Sada también estaba por ahí), y el partido fue intenso, vibrante. Ganó el Vic y yo llegué a casa muy tarde.

He visto estos días casi todos los partidos de playoffs de NBA que ha retransmitido Digital +. Como el año pasado y como argumento contra los que se apuntan a la moda de rajar de la NBA -hay que todavía dice que no se defiende!-, los playoffs están siendo apasionantes: igualados, con sorpresas, con las grandes estrellas demostrando porqué lo son -Nowitzki, el MVP, es la excepción, pronto hablaré de ello-, con una gran competitividad.

La serie más igualada, hasta el cuarto partido, es la de los Spurs-Suns. Hoy me he levantado con la suspensión a Horry por dos partidos (obvia después de la carícia a Nash con el cuarto partido resuelto) y -y ahí está la polémica- la de Amare y Diaw para el quinto partido. Stu Jacksone, el brazo ejecutor de la liga, dice que las reglas son muy claras: si un jugador abandona el banquillo por un altercado, será suspendido. Lang Whitaker está de acuerdo, y dice que los jugadores, simplemente, tienen que seguir las normas:

"Suspending STAT and Diaw is the right thing to do. Why? BECAUSE IT’S THE RULE!
If there’s a fight breaking out, you don’t leave the bench. OK? Got that?
You NBA players like cashing all those checks weighted down with all them zeros at the end? Good. There’s just a few things they ask you not to do. Don’t run up into the stands and punch a bunch of fans. Don’t shoot guns in a strip club parking lot. Don’t smoke pot. And if a fight breaks out, don’t put your sneaker even an inch onto the floor.
These are the rules you’ve been given. Now abide by them. It’s that simple".

Pero Ian Thomsen dice que Jackson y Stern están usando un doble rasero, dejando impunes las acciones violentas de Bruce Bowen y Baron Davis en partidos anteriores, y añade que la suspensión de los dos jugadores de los Suns es una compensación por la de Horry:

"At this crucial time of year the league should have a uniform policy on suspensions. Given the lax standard applied previously to Bowen and Davis, it now appears as though Horry was suspended in order to balance the one-game penalties to Stoudemire and Diaw for leaving their bench after the foul on Nash".

Yo creo que esta suspensión es suficientemente importante para condicionar lo que queda de playoffs -aunque creo que si los Suns se las apañan para vencer hoy (difícil) ganarán el sexto partido también-. Creo que las reglas tienen que cumplirse pero que el problema es precisamente la regla. Es decir, que no puedes establecer unos parámetros tan estrictos porque el riesgo de desvirtuar la competición es demasiado alto. Y estoy de acuerdo con Thomsen en que no siempre se aplica la norma: si Kobe fues suspendido (2 veces!) por supuestas agresiones, como pueden no sancionar a Bowen?

No puedo esperar tampoco a ver el quinto partido esta noche: estoy convencido que Nash sabrá lo que hacer.