viernes, marzo 16, 2007

Upset

Llego a casa casi a las dos de la madrugada. Me conecto a http://www.cbssportsline.com/ y veo que más de diez minutos para terminar el Duke-Virginia Commonwealth, y me quedo a ver el partido. En los últimos años, progresivamente, he sufrido un proceso de rechazo a Duke. Actualmente, no los puedo soportar. No soporto especialmente a Josh McRoberts, uno de los jugadores más sobrevalorados del país -algunas previsiones de draft me hacen reír tanto!- y no soporto a Coach K. Mantengo que mi visita a Duke en febrero fue una gran experiencia, una experiencia única, y ver un partido en el Cameron Indoor Stadium no se me olvidará nunca. Pero al llegar a casa no tengo más remedio, es lo que me pide el cuerpo, que animar a los Rams.

Bien, ahora son casi las tres de la madrugada, y los Rams han derrotado a los Blue Devils (por cierto, en el partido al que fui, el Duke-Florida State, los Devils, que perdieron, hasta lloraron en el vestuario; no sé que harán hoy). Los titulares de los periódicos -hasta yo lo he hecho- hablarán de sorpresa, pero después de ver a los Devils esta temporada no sé si es el termino más preciso. Simplemente, no son un buen equipo. Tienen un buen base, un base que ha progresado mucho de un año a otro (Greg Paulus) y un escolta que lo ha hecho muy bien en su primer año (Jon Scheyer). Nada más. Los Rams, un equipo que no había visto nunca, han ganado en un final espectacular gracias al base Eric Maynor, que ha metido las últimas tres canastas de su equipo, incluyendo la ganadora a 1,8 segundos del final. Y esta es la gracia del torneo NCAA. La prepotencia de Coach K, la tradición centenaria de Duke, los repelentes Cameron Crazies. Todo queda en la cuneta: hasta el año que viene. Y VCU? Pues los Rams ya tienen su parte de protagonismo en la historia del torneo, ya pueden soñar en ser los nuevos George Mason, el equipo de la pequeña universidad de la pequeña localidad de Fairfax, en Virginia, que el año pasado eliminó a UCONN en el Elite 8 y llegó a la Final Four.

He visto un rato el Indiana-Gonzaga, pero las cuatro de la madrugada están cerca y necesito descansar. El torneo no descansa, mañana más.