viernes, enero 19, 2007

Aventuras

A veces, el periodismo se convierte en una aventura. Ayer tenía la intención de ir a Brooklyn a ver el partido entre Lincoln y Canarsie (es a las 5 pm) para ver en acción al fenómeno de high school Lance Stephenson, sobre quién preparo un reportaje. "Born ready", como es conocido en New York, juega en el Abraham Lincoln High School, donde estudiaron y jugaron Stephon Marbury y Sebastian Telfair, un colegio situado en la avenida Ocean Parkway, en el límite sureño de Brooklyn, casi al lado de las playa de Coney Island. He estado un par de veces en C.Y., en el parque de atracciones y en el paseo de la playa, el boardwalk. Pero nunca había estado en Lincoln y, aunque hay un par de paradas de metro cercanas, pensé en coger un taxi que me dejara en la puerta. Al bajar del metro en Prospect Park (cerca de Park Slope, donde vive Paul Auster) Brooklyn me enseñó la primera lección: los taxis no existen en este barrio. Al cabo de 20 minutos deambulando bajo el preludio de una nevada, encuentro un taxista, de Manhattan, claro, que va en dirección a su casa. Ya son casi las cinco. Subo, pero me bajo diez calles más abajo. Me dice que no puede ir tan lejos, que mejor coja el bus. El B86 llega hasta Coney Island. Subo al bus y lo que yo creía que seria un paseo de diez minutos se convierte en un trayecto de cuarenta. Me apeo en Ocean Parkway, y el conductor me dice que vaya hacia la izquierda. Pero como Murphy es infalible, Lincoln está hacia arriba. Corrijo mi orientación y, después de un sprint bajo la lluvia, llego, al fin. Son las 18:30 pm. Me reciben en el vestíbulo de Lincoln cuatro chicas negras policías que me dicen que vaya por la puerta lateral. Y la puerta lateral está cerrada. Vuelvo a la entrada principal. Ahora hay seis chicas. Policías. La jefa (eso parece) me dice que llego tarde, que si la puerta lateral está cerrada ya no puedo entrar. Y añade que, igualmente, el partido ya está terminando. No tengo más remedio que dar media vuelta, ir a buscar el metro y calmarme durante la hora de metro hasta Manhattan pensando que todavía puedo ver un partido de Lincoln antes de irme de New York. Gracias a internet, hoy descubro que Lincoln ganó, con 22 puntos de Stephenson. Llego a mi apartamento y ESPN compensa mi mala suerte ofreciéndome el partido entre Oak Hill Academy i Simeon. Los primeros llevan un balance de 22-0 y son el equipo número 1 del ranking nacional. Los segundos, como ya conté, cuentan con Derrick Rose, el base número uno del país. Simeon, con 28 puntos y 9 asistencias de Rose, sorprende a Oak Hill y gana por 78-75. Espero poder ver a Stephenson y poder documentar en vivo el reportaje, pero supongo que, a pesar de la mala suerte, vale la pena vivir aventuras como la de ayer.