sábado, noviembre 11, 2006

Buenos debuts

Los campeones de la NCAA en el 2006, Florida, empezaron la temporada con una fácil victoria (http://msn.foxsports.com/cbk/boxscore?gameId=200611100210) mientras que Texas empezó a demostrar todo su potencial con otro triunfo destacable. Los Longhorns tienen, igual que Ohio State (y North Carolina), una camada de freshman sensacional: el ala-pívot Damion James, el base DJ Augustine y el escolta-alero Kevin Durant (el mejor alero el año pasado en high school, en la foto). Los tres hicieron un muy buen primer partido (http://msn.foxsports.com/cbk/boxscore?gameId=200611100585)



En Florida, Billy Donovan tiene la suerte de mantener exactamente el mismo cinco inicial de la temporada pasada, unos jugadores que, aparte de tener talento, son trabajadores y tienen todavía hambre de victoria. Destaca, evidentemente, Joakim Noah (11 puntos, 15 rebotes, 6 asistencias y 4 tapones en el debut) un chico diferente a la mayoría en muchos aspectos. Ha estado todo el verano en New York porque tiene amigos ahí y para poder jugar en ligas de verano, entre ellas el Enertainers Basketball Classic en Rucker Park (http://www.nba.com/knicks/news/ebc_060620.html). Al parecer, hace dos veranos jugó el EBC un poco "asustado". Pero después de ganar el campeonato nacional, tuvo claro que volvería a Harlem. Me recuerda una la historia de mi primer "contacto" con Noah. El verano del 2002, asistí por primera vez al Adidas ABCD Camp en Teaneck, New Jersey. Noah no estaba invitado, pero apareció varios dias en las gradas, como espectador. Aun así, causó impacto por su aspecto: alto, delgado, con una tez peculiar, trenzas y un rostro difícil de olvidar. Al año siguiente, volví al campus de Sonny Vaccaro y Noah si estaba entre los invitados. Sin hacer mucho ruido, acabó como el jugador con mejor valoración estadística, lo que le valió para empezar a ser reclutado por las grandes universidades.


Ah! Y cuando me referia a que es un personaje, quiero decir que a veces puede hacer cosas así:


Thad Five? Fab Five


Primer partido y primera victoria para los Ohio State Buckeyes http://msn.foxsports.com/cbk/boxscore?gameId=200611100443.

El coach Thad Matha tiene uno de los equipos con más talento y calidad del país, con la llegada de una recruiting class espectacular: los freshman Greg Oden, Mike Conley Jr, Daequan Cook y David Lighty y el transfer de Junior College Othello Hunter. (en la foto, de izquierda a derecha, Hunter, Cook, Oden, Conley y Lighty). Su llegada a Ohio State ha consolidado la revalorización del equipo, que empezó el año pasado ganando la conferencia Big Ten.

Oden (que no jugará hasta enero por una lesión en la mano) fue el número 1 en high school la temporada pasada, y los otros 3 freshman (Hunter será junior) estuvieron también entre los mejores en los rankings. Su llegada conjunta ha hecho surgir paralelismos con el equipo de Michigan que llegó a dos final four (92 y 93) liderado por los jóvenes Chris Webber, Jalen Rose, Juwan Howard, Jimmy King y Ray Jackson. Eran los Fab Five. Es por eso que el Ohio State ya se habla de Thad Five.


Yo dudo que sean comparables. Es cierto que los hombres de Matta tienen talento y un enorme potencial, pero los Fab Five (en la foto, desde Webber (4) hacia la derecha: Howard, King, Rose, Jackson) fueron únicos por dos razones que difícilmente se repetirán. Primero, porque fueron ganadores desde el principio: jugar dos finales nacionales seguidas (perdieron contra Duke i North Carolina) no es ninguna broma. Y segundo, y a lo mejor más importante, porque los Fab Five fueron los responsables, junto a Michael Jordan, del gran cambio social que protagonizó el baloncesto en los años 90 en los Estados Unidos. Así de simple. M.J. fue el primero en llevar los pantalones anchos y por debajo de las rodillas en la NBA. Los Fab Five usaban tallas XXXL. Webber, Rose y compañía decidieron que su forma de vida, sus raíces y sus circunstancias culturales no tenían porque quedarse marginadas en las canchas. Ellos eran quatro jóvenes negros en un negocio de blancos; y cambiaron el negocio. Tallas extragrandes, calcetines negros, zapatillas negras, mucho trash talking, descarados con un micro delante, vestuario propio de la emergente cultura hip-hop... Y talento. Porque nada de esto hubiera repercutido sin las victorias, sin la revolución que supuso que un pivot como Webber hiciera de todo en la pista, sin la versatilidad de Rose, un base de dos metros con descaro y inteligencia, sin los contrataques de King y Jackson culminados con mates a una mano, sin los movimientos en el poste de Juwan Howard.

Por su calidad y por el momento y lo que signficararon, los Fab Five son irrepetibles. Por suerte nos quedan los videos y documentos como el libro de Mitch Albom: Fab Five, basketball, trash talk, the american dream.