jueves, marzo 29, 2007

Durant

El Mundo Deportivo publica hoy un reportaje mío sobre Kevin Durant. Por razones de espacio se tuvo que retocar; publico ahora en SCOOP la versión inicial.



DURANT ES EL SIGUIENTE

La NBA espera impaciente al alero freshman de Texas, el favorito para ser el jugador del año en la NCAA

Kevin Durant verá por la tele como Florida, UCLA, Georgetown y Ohio State se disputan el título NCAA en la final tour de Atlanta, pero lo hará consciente que ningún jugador ha brillado tanto como él esta temporada. Durant, un alero de 2,06 y 102 kg que ha promediado 25,8 puntos y 11,8 rebotes con los Longhorns de Texas, podría convertirse en los próximos días en el primer freshman en la historia en ser nombrado jugador del año –es favorito para la mayoría de premios: Naismith, Wooden, AP, etc-. “Creo que el mejor jugador del país. Pienso que ni si quiera hay duda sobre eso”, dijo el técnico Bobby Knight después de recibir 37 puntos y 23 rebotes del alero en la victoria de Texas contra su Texas Tech en enero. Durant tiene 18 años (nació el 30 de septiembre de 1988 en Rockville, Maryland) y el futuro asegurado; cualquier equipo de la NBA le querría en su equipo hoy mismo, para ganar partidos y para vender entradas. Es un alero (3-4) alto, atlético y versátil, con buen tiro exterior y habilidad dentro la zona, que rebotea y tapona (tiene una envergadura de más de 2,20 m) con eficacia. Recuerda a Tracy McGrady, y a muchos otros, y no sólo por sus habilidades; es competitivo y ganador. La incógnita es: se presentará al próximo draft?

“Envíenlo a la liga. Necesita ir a la liga!” dijo Mike Anderson, de Missouri, después de recibir 34 puntos y 13 rebotes de Durant. A día de hoy, después de su último partido de la temporada con Texas, una derrota en la segunda ronda del torneo NCAA, el alero no ha anunciado su intención de inscribirse en el draft. El alero le confesó hace un par de meses a su entrenador, Rick Barnes, que “si tengo que continuar respondiendo preguntas sobre la NBA no quiero hacer más entrevistas”, y ahora asegura que “no estoy preocupado por la NBA. Estoy en la universidad y me lo estoy pasando bien. No estoy seguro si me lo pasaría bien en la NBA” y ha asegurado que sus padres, Wayne y Wanda Pratt, tomarán la decisión por él. Nadie duda que si se presentara – la misma duda hay sobre Greg Oden, el sensacional pívot freshman de Ohio State- seria la joya del draft. Es más, probablemente, si la NBA no hubiera instaurado una nueva regla que dice que tiene que pasar un año después del instituto para poder inscribirse en el draft, el alero habría sido un rookie en lugar de un freshman esta temporada. Para tomar su decisión, Durant también escuchará al técnico Taras Brown, su mentor, que dijo al comenzar la temporada: “podría jugar dos o tres años en Texas, pero las ofertas que les harán las marcas deportivas harán imposible que no vaya a la liga después del primer año”. Durant, perseguido por los más importantes agentes (Arn Tellem, Leon Rose, Bill Duffy) es el jugador más atractivo para las marcas –el Dallas Morning News publicó que Kobe Bryant habló con él en nombre de Nike- que le ofrecerán más dinero (LeBron James firmó con Nike por 90 millones de dólares por 7 años directamente desde el instituto) del que podría pagar un equipo NBA en su primer contrato (3,6 millones en su primer año si fuera número 1 del draft).

Contrariamente a otros jóvenes valores, lo que hace especial a Durant es lo que ha hecho hasta ahora, no sólo lo que hará en el futuro. Ha sido el único jugador en la NCAA en aparecer en el Top 10 en puntos y rebotes. Anotó 20 puntos en su debut, contra Alcorn State, un record para un freshman en Texas. En el mes de enero anotó 34 puntos dos veces y 37 tres veces más. Promedió 1,9 tapones, un 47% en tiros de campo y un 40% en triples (2,34 anotados por partido). Sus 57 puntos anotados (27 en la victoria contra New Mexico State y 30 en la derrota contra USC) son el record para un freshman en los dos primeros partidos del torneo NCAA. Pero, especial como es en la cancha, lo es más fuera de ella. Durant es un chico humilde, tranquilo y trabajador. Después de la victoria contra Texas Tech (37+23) se acercó a su técnico, Rick Barnes y le preguntó si el equipo había mejorado en defensa en la segunda mitad. “Siempre está animando a sus compañeros” dice Barnes sobre su jugador, que cuando una revista le pidió una portada, respondió que deberían salir sus compañeros en la foto. Lo consiguió. También conseguirá el que es su objetivo desde los 11 años, cuando le dijo a su madre que quería ser jugador de baloncesto. Fue ella quien le apuntó en un gimnasio cerca de su casa para que empezara a jugar a baloncesto y ocupara el tiempo libre después del colegio. Durant tenía 7 años. Un año más tarde empezó a jugar para Taras Brown con quién forjó su carácter competitivo y su capacidad de trabajo. “Nunca se rendía. A veces le decía que se tomara un día de descanso, pero aparecía en el gimnasio. Quería vivir en el gimnasio” dice el técnico. Son legendarios los entrenamientos en el Seat Pleasant Activity Center, donde Durant entrenaba sus fundamentos en solitario durante ocho horas en verano. Su madre le visitaba y le traía comida; Durant comía un poco y seguía entrenando. El alero aun se acuerda de los sprints arriba y abajo del Hunt’s Hill, una cuesta cerca del gimnasio donde Brown ponía a prueba su voluntad. Durant jugó por dentro hasta los 10 años, pero Brown le enseñó a jugar por fuera. Después de su primer año de instituto, en el National Christian Academy, creció de 1,88 a 2,02, y ya era un jugador exterior. Empezó a ser reclutado por Texas en su segundo año, y se decidió por los Longhorns después de una temporada en la prestigiosa Oak Hill Academy. Su último año de instituto lo jugó en el Montrose Christian Academy (23,6 puntos y 10,2 rebotes) y fue el MVP del all star McDonald’s All American. Le esperaban en Texas, a más de 2.400 kilómetros de su casa. Durant ganó 4,5 kg de peso en las dos primera semanas gracias a las pesas y a una nueva dieta –antes de llegar a la universidad nunca desayunaba- y se convirtió en el mejor jugador de su equipo desde el primer día. De hecho, se convirtió en el mejor jugador del país.

El río suena

Draftexpress entrevista a Navarro, y el mejor jugador de Europa dice cosas respecto a su futuro.

Textualmente: "Sólo deseo que cuando llegue el momento nos podamos sentar a hablar y tengan en consideración que he dado toda mi vida profesional al Barça. No jugaría con ningún otro equipo en Europa".

Más: "Me encantaría tener la oportunidad de jugar para los Wizards. Todo el mundo crece con el sueño de jugar algun día en la NBA. Son un equipo joven con un buen juego exterior, y creo que encajaría y podría ayudarles. Esto es algo que espero que pueda entrar en discusión en un futuro próximo. En los últimos años a lo mejor no estaba preparado para la NBA pero creo que realmente he mejorado como jugador desde que fui drafteado en el 2002 y creo que estoy preparado para competir al nivel de la NBA".

Sé que a Navarro le gustaría probar en la NBA, por probarse a si mismo y porque ha visto como muchos de sus compañeros lo han hecho y les ha ido bien. A parte, digamos que aunque el Barça es su casa no le importaría cambiar de aires. O eso me dicen.

He dicho muchas veces que no tengo ninguna duda que puede jugar en la NBA pero también creo que dependerá de las circunstancias que se encuentre en los Estados Unidos. El escenario es el mismo que el año pasado. Los Wizards tienen sus derechos -creo que podría encajar ahí ya que Eddie Jordan hace un baloncesto orientado al perímetro- y hay algún otro equipo interesado. Tiene contrato con el Barça hasta el 2009 y una cláusula de 10 millones. Dicho esto, yo creo que la temporada que viene jugará en la NBA. También lo pensaba al terminar la temporada pasada, sólo que creo que entonces el proceso -la comunicación con los USA, la negociación con el Barça- empezó tarde.

Navarro: "He mantenido un poco el contacto con los Wizards en los últimos años. Creo que los dos pensábamos que necesitaba tiempo para seguir mejorando en Europa, o sea que no había mucho que discutir. Ahora creo que estoy preparado no sólo para competir, si no para ayudar a Washington. Dejo la comunicación a mis agentes. Ahora necesito concentrarme en ganar partidos para el Barcelona. Cuando sea el momento adecuado, estoy seguro que habrá negociaciones".

"Tendría que ser algo bueno para todos los involucrados para que marchara; yo mismo, el Barcelona y Washington. Si todos estamos de acuerdo que es el momento ideal para que vaya a la NBA, estoy seguro que llegaremos a un acuerdo".

Yo también lo creo.

I'm lovin it

Son las cuatro de la madrugada. Acaba de terminar el McDonald's All American game, el all star de high school que se ha jugador en el Freedom Hall de Louisville. El Oeste ha ganado 114-112 -mañana diré algo más que el resultado- y supongo que el MVP -al terminar la retransmisión no lo habían dicho- ha sido Michael Beasley.

Soy un desastre en TODO lo que sea tecnología, como por ejemplo la informática y el mundo de internet. Pero hoy he tenido el acierto de instalar en mi ordenador -por fin: hacía tiempo que quería hacerlo- un par de programas para ver la tele por internet. Por eso he podido ver el partido y por eso estoy contento, pero también muerto de sueño a estas horas.

Mañana, como he dicho, escribiré sobre el partido y sobre la Final Four que ya llega y que tengo abandonada los últimos días.