Barça-Unicaja

Llego justo a tiempo al Palau Blaugrana para ver el salto inicial. Desde el primer momento se nota que al partido le falta ritmo, sobretodo en la grada. Poco expectación, un Unicaja sin Santiago ni Tusek y con la cabeza en Atenas. El partido no es atractivo, pero tiene cosas interesantes, sobretodo para el Barça, que gana fácilmente. Grimau demuestra que es uno de los jugadores en mejor forma del Barça, y corrobora que, a veces, la valoración estadística, tan de moda últimamente, no refleja la buena actuación de un jugador. Roger termina con un 6 de valoración, pero el valor real de su partido es mucho mayor que la traducción numérica: mete 11 puntos, dirige y, sobretodo, defiende para ser uno de los líderes del equipo. La otra gran noticia es Fran Vázquez. Siempre he pensado que es un jugador con unas posibilidades enormes, y lo demuestra contra Unicaja: 18 puntos, 9 rebotes y 3 tapones. Tiene unas cualidades atléticas increíbles, y en defensa es capaz de condicionar muchos tiros. En la primera mitad, en un par de ocasiones su presencia en la pintura, con los brazos en alto, hace que el Unicaja se "coma" la posesión. Los tres tapones son una demostración de salto, colocación y timing, y al final del partido coge un rebote casi en el techo del Palau: espectacular. Corre la cancha muy bien para alguien de su altura -como Trias- y su tiro exterior es probablemente el más efectivo de entre los pívots. Pero lo más obvio de todo es que juega más de 28 minutos, y esa es la única forma.

Pero por parte del Barça también hay sombras. Es incomprensible que Kasun, ya recuperado y después de más de 3 meses de baja, juegue 1 minuto y medio. En un partido controlado, con los play-offs a la vuelta de la esquina. Kasun necesita tiempo de juego, coger ritmo. Que no juegue sólo va en contra del propio Ivanovic. Y, finalmente, el partido de Navarro. Dusko sólo le hace jugar poco más de 11 minutos, y se queda sin anotar. Esto, a parte de extraño, es un obstáculo para que Navarro sea el máximo anotador de la ACB, como nos cuenta Julián Felipo. Lo sabía Ivanovic?