De Hospitalet a Manhattan

Ya está, ya estoy en New York City. Ahora mismo, estoy en un Starbucks en Broadway, esquina con la calle 52. Llegué a Manhattan hace un par de horas, y escribo en el blog por primera vez desde el jueves, el día de la primera jornada del torneo júnior de l'Hospitalet. Estuve también en las dos últimas jornadas, y me hubiera gustado hablar de muchas cosas, pero no tuve tiempo. Ahora sólo puedo decir que me parece merecida la victoria final del Zeleznik de Belgrado, el equipo más equipo y que jugó mejor baloncesto, que Milan Macvan, aparte de ser un excelente jugador, tiene una personalidad poco común en los jugadores de su edad, y que tiene un potencial espectacular, que Nenad Djedovic, independientemente de la valoración de si hay que pagar tanto dinero para un chico de 16 años (he escuchado hasta ahora tres cifras diferentes: 400.000, 450.000 y 600.000 euros), parece un buen fichaje, que la cantera del Real Madrid está un peldaño por encima de la del Barça, en juego y estructura, a día de hoy, que Mamadou Samb necesita mucho trabajo y mejorar su actitud para alcanzar todo su potencial, que Diego Gerbaudo, el jugador más rápido, hábil y con mejor manejo de balón del torneo, cuando consiga un tiro exterior consistente tendrá muchos números para llegar al máximo nivel, que Pablo Aguilar está a un paso de ese máximo nivel, que Raimundo López, de Unicaja, es un calco de Sebastian Telfair (y el único que juega en la misma marcha que Gerbaudo) y que Claudio Fonseca lo es de Chris Bosh, que el base de Estudiantes Jayson Granger puede ser el remix de Sergio Rodríguez, versión negro, que el equipo local fue, probablemente, el mejor dirigido desde el banquillo gracias a Pau García y que la actitud de sus jugadores fue ejemplar, que el torneo, en definitiva, un año más, valió la pena.

Mañana, iré al partido entre los New Jersey Nets y los Toronto Raptors, y espero poder hablar con Calderón y Garbajosa. Hasta mañana, pues.